Recuerda...

"La inspiración existe, pero ha de encontrarse trabajando"

lunes, 27 de febrero de 2012

Problemas capítulo 9

Problema 1

Un comerciante guarda cajas en una habitación con un hueco central y lo hace de la forma que se ve en el cuadro.

 El comerciante tiene una manía. Le gusta que las cajas sumen 16 en horizontal y en vertical por los extremos. Así que, cada vez que se lleva cajas, lo hace de 4 en 4, para que la suma en horizontal y en vertical siga siendo 16. ¿Cómo lo hace? Y lo que es más importante, ¿cuántas veces podrá llevarse 4 cajas para lograr que siempre pueda sumar 16 horizontal y verticalmente en los extremos y sin dejar ningún espacio sin cajas?


PISTA PARA DAR CON EL SIGUIENTE SOBRE:

Resolved el jeroglífico y sabréis dónde se encuentra. 
NOTA (Espero la respuesta desde edmodo antes del martes próximo) 

domingo, 19 de febrero de 2012

Capitulo 5


(¿Qué hora es los 2/3 de los 3/4 de los 5/6 de las 12 de la noche?)
AQUELLA noche Adela empezó a leer una novela policiaca. Llevaba veinte páginas cuando puso cara de fastidio. — El asesino es el tal Jones, seguro -rezongó. No supo si leer la novela entera, viendo lo previsible que era, o si mirar directamente el final y, si acertaba, pasar de perder el tiempo. Como seguía deprimida por lo de las matemáticas hizo esto último. Miró el último capítulo. El asesino era Jones. — Lo sabía -suspiró. Dejó el libro a un lado y se asomó a la ventana. Su padre estaba a punto de llegar y lo primero que haría sería preguntarle por el examen de matemáticas. ¿Qué le diría? Estaba segura de haber aprobado el resto de las asignaturas. Si el Fepe cumplía su palabra y les daba una segunda oportunidad para redondear aquellos dichosos cuatros… A lo mejor un día se acordaba con simpatía de sus casi trece años. A lo mejor. Pero lo que era ahora… Frente a su casa, en la esquina, vio la luz de la habitación de Luc encendida. Lo imaginó haciendo lo mismo que ella: devorando una novela de ciencia ficción. Pero no, Luc no leía en ese momento una novela de ciencia ficción, sino de fantasía. Un mundo imaginario poblado de seres extraordinarios se enfrentaba con la amenaza de un eclipse que congelaría el gran lago de la capital en segundos. Llevaba apenas treinta páginas de la historia. — Construyen un espejo en lo alto de un monte lejos del eclipse, porque un eclipse no es total en todas partes, y envían los rayos solares reflejados hacia la ciudad para mantener caliente el lago. Si tenía razón, el libro perdía interés. Y si no lo tenía… Le costaba cada vez más encontrar buenas novelas de ciencia ficción y fantasía. No estaba de humor para aguantar novelas idiotas, así que buscó el final directamente, arriesgándose según su instinto. No tardó en hallar la frase: «Gracias al monumental espejo construido en la cima de Pico de Gash, los mireianos pudieron salvarse y…» — Si es que estaba chupado -cerró el libro, mitad orgulloso, mitad cansado, y agregó-: ¿Por qué no puedo ver las mates tan claro como veo todo lo demás? La vida de un estudiante era un asco. Alguien llamó a la puerta de su habitación y se puso en pie de un salto sentándose en su mesa de trabajo, en la que había un libro escolar abierto. — ¿Sí? Su padre entró. — ¿Qué tal el examen de matemáticas? -le preguntó sin ambages. — No sé. Justito, como siempre. Puede pasar cualquier cosa. El hombre plegó los labios. — ¡Ay, Señor, Señor! -abatió sus hombros. Cerró la puerta de nuevo, sin más, y lo dejó solo. Luc pensó en Adela y en Nico. Precisamente Nico estaba jugando con un videojuego que le había prestado su vecino. Era bastante sencillo, pero, como no lo conocía, todavía andaba luchando con los esqueletos del mundo de ultratumba para conseguir almacenar armas y talismanes con los que avanzar hasta el final. Ya le habían matado una vez. En ese instante aparecieron dos esqueletos por la derecha, dio un salto atrás, chocó con la pared… y ésta se lo engulló sin dejar rastro. Era otra trampa. Estaba muerto. Vuelta a empezar. Una oportunidad más. Siempre. Recordó a Felipe Romero. — Vais a ver, sacos de huesos -se enfadó con su propia inexperiencia teniendo en cuenta lo simple que era el juego. Pero seguía pensando en el examen de matemáticas y en la posibilidad de que el Fepe les diera una segunda oportunidad. Tal vez eso lo cambiara todo. ¿Quién dijo aquello de que en la vida lo último que se pierde es la esperanza? 


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Ficheros disponibles

jueves, 16 de febrero de 2012

Capítulo 7


La mitad de XII en números romanos
SE reunieron en el solar inmediatamente después de comer. Era viernes, cerca de las tres de la tarde. No sabían si ir a estudiar o ponerse a jugar para bajar la tensión y los nervios. No había nadie por allí, estaban solos.
— ¿Qué hacemos?
La pregunta de Luc no tuvo respuesta inmediata por parte de Adela y Nico. No tenían ni idea.
Estudiar en viernes por la tarde después de acabados los exámenes haría que sus padres se preguntaran si estaban enfermos, o locos, o las dos cosas a la vez.
Pero perder el tiempo cuando al día siguiente se jugaban el ser o no ser en aquella extraña competición de pruebas matemáticas y lógicas…

Capítulo 6


SE reunieron muy nerviosos en el patio tras las dos primeras horas de clase. Ni rastro del Fepe. La primera reunión de profesores para comentar las distintas notas y cotejar resultados alumno por alumno ya tenía que haberse celebrado. Ahora mantenían la secreta ilusión de que fuera posible enmendar sus errores.
— No creo que nos haga un nuevo examen -dijo Luc.
— No, eso no, pero a lo mejor nos monta unas pruebas rápidas aquí mismo, como hizo ayer -consideró Nico.
— Pareces de mejor humor -sonrió Adela-. ¿Sabéis una cosa? Ayer les hice lo de adivinar el número a mis padres, ¡y no fallé ni una vez! Se quedaron pasmados.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Capítulo 4

HOLA.
— Hola -dijeron los tres aún expectantes.
— Pasaba por aquí y os he visto, así que…
Era mentira, les estaba buscando.
— Tenemos tres dieces y viene a hacernos la pregunta final para matrícula -logró parecer animado Nico.
Felipe Romero no dijo nada.
— ¿Puedo sentarme? -inquirió.
— Claro.
Había piedras de sobra, así que escogió la más alta, que estaba casualmente situada frente a los tres. Unió las dos manos sobre las rodillas y los contempló con los labios plegados.
— Señor, Señor -suspiró profundamente.
Adela, Luc y Nico se envararon.
— ¿Qué… pasa? -quiso saber ella.
— Habéis estado casi bien, ¿sabéis?
— ¿Cómo que «casi» bien? -levantó una ceja Luc.
— Pues que tenéis un cuatro con dos, un cuatro con cinco y un cuatro con siete. A eso me refiero.

lunes, 6 de febrero de 2012

Problemas previos (El asesinato del profe...)

Ejercicios que, a modo de motivación, propone el profe de matemáticas a sus tres alumnos en el capítulo 4.
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! Un ejemplo: un caracol, una tortuga y una liebre hacen una carrera. Cuando los tres han recorrido un kilómetro, ¿quién ha avanzado más?
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Felipe Romero ya tenía en las manos una libreta y un bolígrafo. Comenzó a escribir a toda velocidad en una hoja de papel. Luego se la puso delante de los ojos.
— Rápido, en un segundo, ¿cuál es la solución de esta multiplicación?
35.975.021 x 33 x 12.975.123.399 x 2 x 679 x 1.111 x 0 x 19.555

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— ¿Cuál es la mitad superior de ocho?
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— ¿Cuál es el tercio y medio de 100?
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— Vamos a verlo. Piénsate un número.
— Ya está -dijo Nico.
— Duplica ese número.
— Ya.
— Súmale dos.
— Ya.
— Divídelo por dos y dime el resultado.
— Cinco.
— Entonces el número que has pensado inicialmente es el cuatro.
— Ahí va -se quedó boquiabierto Nico.
— ¿Era el cuatro? -preguntó Luc a su amigo.
— Sí.

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Si guardas en una mano un número de monedas par y en otra un número impar, puedo adivinar siempre cuál está en cada mano, sin fallar.
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Escríbeme en un cuadrado de tres por tres los números del 1 al 9 de forma que sumen siempre 15 en horizontal, vertical y diagonal.
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¿Qué os parece una semanita?
¿Individual o en grupo?

Capìtulo 3

Capítulo 3

(Cuántas ruedas tiene un triciclo)

A cuadros. Era peor de lo que se había imaginado en su sueño más pesimista. Estaba a cuadros.
Adela levantó la vista de las preguntas. Había respondido sólo a dos. Eso era un cuatro. Miró en dirección a Nico, que estaba a su lado, y también hacia Luc, detrás de Nico. Los dos tenían la misma cara de angustia, de dolor de estómago recalcitrante, de mareo intenso, tez pálida, congestión ocular, cara de pasmo, como si aquello no pudiera ir con ellos. Contemplaban sus exámenes absortos.
Tal vez esperando un milagro.

Ecuaciones de primer grado

Os presento la unidad didáctica de las ecuaciones de primer grado que tengo confeccionada para este tema. Creo que os va a ser de enorme ayuda para conseguir los objetivos que nos planificamos en ella.

De  momento voy a dejaros el enlace para que vayáis echando un vistazo, en breve propondré un trabajo desde Edmodo.
      http://cravalledevalverde.es/ecuaciones
Ánimo chic@s